miércoles, febrero 14, 2007

Circe

Hoy me levante bien tempranito. Todas las maquinas estaban funcionando en la panaderia y miraba a los muchachos vestidos de negro y rojo tirando la harina y poniendo los panes en los hornos.
Me sente en mi sillita, eran como las cinco de la mañana y me cebe el primer mate de la mañana. Vi que sobre la mesa estaba Bestiario de Julio Cortazar, un amigo (Algun dia contare las historias, yo fui la tercera pata yendo desde Paris a Marsella, aunque yo me quede en Lyon porque me pelee con la Dunlop; luego se murio, y luego Julio. Los dos sabian que se iban a morir y ninguno se lo dijo al otro, para mi, y solo para mi, eso es romantismo) y me puse a hojearlo. Ya lei Bestiario seis o siete veces, pero cada vez que lo releeo me da una sensacion diferente. Asi que me puse a leer "Casa Tomada" mientras tomaba el mate.
- ¡Como trabaja Wilmar! me dijo el Anarquista numero uno o como le gusta decir a èl Anarquista Nº1; porque es el primero que se vino conmigo.
- Ya voy por la segunda paba de mate, le dije.
- Se le nota enamorado, Wilmar.
Ahi me acorde, que el catorce de febrero es el dia de los enamorados. Ahi me di cuenta lo que habia dicho Julia el dia anterior: ¿Mañana que haces? Recuerdo que me lo dijo con sorna. Ellos igual tambien odian este dia como yo.
Maldito dia Burges. Es un dia burges como el dia del padre, el dia de la patria o mi cumpleaños.
Me levante y fui a mi mesa de trabajo. Ahi agarre una tanda de bombones, y me sente a esperar a verlas. Las fui encontrando y las fui metiendo en los bombones. Iba a ser un muy buen chiste para los muchachos de bromatologia que vienen a comprar facturas y bombones; segun tengo entendido los van repartiendo por la municipalidad. Igual esa tanda tendria que ir a los estomagos de los enamorados.
Vi como se iba hundiendo en el chocolate caliente, ya estaba muerta y ya le habia salido ese jugo blanco que les sale por la panza cuando uno las piza. Yo habia pisado varias. Encontre como cuarenta cucarachas de un saque, para eso me tuve que ir a la casa de al lado que esta abandonada, asi fue como las fui encontrando.
Las fui metiendo con unas tenazas que tenia por ahi para arreglar alguna maquina para cuando se rompe, ahi fue como las vi hundiendose.
Agarre la bandeja y me fui al mostrador. Algunos enamorados fueron temprano y consiguieron de esos bombones especiales. Uno de esos fue Ulises, que llego y me dijo que queria mandarle una caja de bombones a la mujer con la que habia vivido seis años en su exilio de diez. Entre nosotros a esa mujer le deciamos Circe, por la hechizera que mantiene medio a la fueza y medio no, segun tengo entendido tienen un hijo.
Le di una caja bombones al estilo el cuento Circe, para Circe. Sin cargo, de mi parte.
Las otras cajas fueron vendidas, incluyendo dos a un inspector de Bromatologia de la Municipalidad de Lomas de Zamora, mañana veremos como termina eso.

1 comentario:

l dijo...

Julia me comentó el miedo que tenía. Pobre Ulises. Al menos los bombones no son para Dora y son para esa otra.
Muy mal, Willie mío. Pero muy poético.