miércoles, marzo 21, 2007

La Ultima Tragedia de Esquilo (Comedia)

Uno.

Esquilo estaba caminando tranquilo, siempre andaba tranquilo luego de haber luchado tanto tiempo. Las batallas maratonicas sobre Mataron, Salamida y Platea daban cuenta de ello. Estaba tranquilo y andaba con una tablilla bajo el brazo. Andaba por el campo; andaba tranquilo mirando los arboles y el verde de la Magna Grecia; tranquilo habia asistido a la representacion de Los Persas para el Hieron; habia visto a los actores representar a sus personajes, escritos años antes; escrito que como tantos otros, le valiera el agon.
Andaba bien mirando el horizonte, viendo los reinos de Poseidon que en ese tiempo estaba tranquilo y nadie andaba cerca de èl, estaba solo, caminando por los campos; pensando en su viaje de nuevo a casa, a cruzar el mar para llegar a la sacra Atenas.
Ya sabia que por sus pagos un muchacho joven, con suerte y buen porte, estaba presentando poemas tragicos en su tierra, solo èl habia podido ganarle en uno de los agon. Este era Sofocles, que Esquilo no sabia que luego su fama iba a opacar a la suya, quiza injustamente. Tampoco sabia que Sofocles paraticipo en el coro de las celebraciones por las batallas de Maraton; pero de eso se iba a enterar unos segundos antes de morir. Tampoco sabia que mientras el luchaba en la batalla de Salamina, el tercer gran poeta tragico de la antiguedad estaba naciendo; Euripides, que nacio en una isla lejos de Atica por la guerra, guerra que espanto a sus padres, y guerra que hizo que Esquilo tomara la lanza (O la espada) se pusiera las vestiduras de un guerrero y saliera a luchar por la democracia de Atenas. Tampoco sabia que esta batalla iba a ser la que uniria a estos tres poetas para toda la posteridad, como tanto le gustaba decir a los compatriotas suyos.
Desde la colina donde estaba parado veia la polis donde la actividad se desarrollaba como un dia normal; su cabeza calva estaba quemada por el Febo Apolo que estaba en el cielo y que no dejaba que caiga ni una gota de agua, por mas que los que habitaban la polis vecina tiraban santas hecatombes por la lluvia. El estaba tranquilo subiendo, mirando el horizonte por donde se decia que habia vagado Odiseo por algunos de los diez años de su exilio.
Una persona se acerco rapidamente y lo reconocio; le pregunto por donde estaba su casa, que lo acompañaria a tan grande figura venida desde la magna Atenas. El le dijo que iba a estar por alli un rato y que iba a disfrutar del aire de mar que le llegaba por el risco, desde le cual tenia una gran vista, tanto que pensaba que desde alli podia ver Itaca, la tierra del navegante desafortunado, la tierra del ingenioso Odiseo. La persona le comento que habia estado presente en el agon donde su tragedia habia perdido contra la de Sofocles, le dijo que a el le parecia que la suya era superior; que habia sentido mas por la la persuasión en lugar del empleo de la violencia; el poeta hace baja la cabeza, como dandole las gracias; la persona tambien le comenta que Sofocles habia participado en los coros por la victoria, cuestion que sorprende a Esquilo; como se dijo antes, no conocia esto sobre su competidor para toda la eternidad en las tragedias griegas; genero muerto, pero no menor; ni nunca olvidado. La persona a esto se aleja en direccion a la polis y una vez mas el poeta se queda solo.
Se sienta en el pasto; y ve en el cielo un aguila. En esto recuerda Prometeo, y recuerda su ultima composicion, tragedia que habia escrito hace poco tiempo en el area que hoy se conoce como Siracusa, Sicilia. Ve el aguila y piensa en Prometeo, el creador de los humanos, el dador del fuego. En el aguila ve algo raro, pero nada en especial, nada que le llame demsiado la atencion al poeta. Piensa el en lo raro del aguila; y recuerda tambien que Zeus envió un águila (hija de los monstruos Tifón y Equidna) para que se comiera el hígado de Prometeo. Siendo éste inmortal, su hígado volvía a crecerle cada día, y el águila volvía a comérselo cada noche. Este castigo había de durar 30.000 años, pero a los 30 años Heracles pasó por el lugar de cautiverio de Prometeo de camino al jardín de las Hespérides y le liberó disparándole una flecha al águila. En esos pensamientos estaba cuando deja de prestarle atencion al aguila y se pone a mirar lo lejano del mar, como las olas golpeaban contra los itsmos lejanos que todavia podia ver, Poseidon no estaba de buen animo esa tarde.
Su cabeza calva reflejaba al sol, era el unico color ademas del verde de la pradera. Tranquilo, escucha como cae algo del cielo; tranquilo, siente como la caparazon de tortuga que tenia el aguila en el pico le golpea la cabeza. Tranquilo, el poeta piensa que ha sido una piedra tirada por Zeus por la forma en que lo trato en su ultima tragedia. Tranquilo muere.
En su tumba dice asi:
Esta tumba esconde el polvo de Esquilo,
Αἰσχύλον Εὐφορίωνος Ἀθηναῖον τόδε κεύθει
hijo de Euforio y orgullo de la fértil Gela
μνῆμα καταφθίμενον πυροφόροιο Γέλας
De su valor Maratón fue testigo,
ἀλκὴν δ’ εὐδόκιμον Μαραθώνιον ἄλσος ἂν εἴποι
y los Medos de larga cabellera, que tuvieron demasiado de él.
καὶ βαρυχαιτήεις Μῆδος ἐπιστάμενος.
Dos.

El aguila, con tilde el la a, andaba volando por la zona de Magna Grecia. Bajando rapidamente al ver una caparazon de tortuga en el piso, la agarra y la debora, mientras lleva la caparazon en su pico, volando en circulos y no soltandola por alguna razon en especial. El aguila habia sido creada por Epimeteo; hermano del titan Prometeo, el cual prefirió a la orden de Zeus de poblar la tierra y a diferencia de su hermano, la cantidad e hizo muchas criaturas, dotándolas con muchos dones que les había asignado para tal fin (piel, garras, alas y aletas, entre otros).
El aguila volaba por las praderas no notando nada raro, mas alla que siguio a una persona que andaba por las praderas. Luego, el aguila se perdio entre el mar y la tierra, viendo como el horizonte se perdia entre lo celeste del cielo y lo azul del mar, viendo como el horizonte se perdia entre los reinos de Zeus y los reinos de Poseidon, los dos hermanos no tragados por su padre Cronos.
El aguila avanza entre el cielo y la tierra, moviendose con sus alas y aprovechando las corrientes calidas de los cielos para buscar el lugar. Se vuelve a adentrar en las praderas de lo que ella no sabe hoy que es Siracusa, Sicilia. Entre lo verde, nota una piedra. Si, solo una piedra entre medio de la pradera, y por lo brilloso de este acontecer suelta el caparazon contra la piedra. El caparazon cae mientras el aguila vuela hacia su nido, donde descansara y dormira.
La piedra cae a una velocidad impresionante, parece como si una mano dirigiera al caparazon contra la piedra. El ruido es ensordecedor. La caparazon va cayendo rapidamente, mientras a cada segundo que pasa, uno se va dando cuenta que la piedra no es piedra, sino la cabeza calva de nuestro poeta, que andaba vagando por las praderas, y que en ese momento se hallaba sentado frente al risco, mirando el mar; oyendo el ensordecedor ruido de las olas golpear contra las piedras, contra la costa.
La caparazon lo mata y el cuerpo queda tirado un rato en el prado, mientras de la boca sale un hilo de sangre. La persona lo encuentra antes que todo el mundo, se agacha y nota que estaba muerto y esa persona luego sigue viaje para la polis, espetando las palabras: "Eso pasa por hacer enardecer la ira de los dioses, la ira de Zeus; la mano del dios se ve en esto" y camiando se pierde en el camino, en el camino desaparece la sombra de la persona que quizo disgustar al poeta, con esos cuentos de Sofocles.

Tres.

El oraculo estaba vacio ese dia, y la pitonisa estaba sentado en una silla. Era el oraculo de Delfos, dedicado a la deidad de Febo Apolo, el que tenia los poderes de ver el porvenir, que todavia no habia venido. Pero el sacerdote estaba solo, era el unico ese dia, y no se esperaban demasiadas visitas mas que las usuales.
Sentado jugaba con unas piedritas que habia encontrado en el piso, y las tiraba para adelante. El sonido de las piedritas golpeaba contra todas las paredes oscuras del oraculo. Mientras el sol entraba por la puerta y hacia que se notase que era un dia esplendido, pero el sacerdote no podia salir.
Tiro otra piedrita que encontro que pico varias veces haciendo el tipico ruido de una piedra contra la otra, ese ruido cacofonico, ese ruino hueco que hacen. La piedra golpeo contra la sandalia de una persona que estaba contra la puerta; la pitonisa se paro y lo hizo entrar al santuario, dejandolo solo, tal como indicaba la constumbre. Lo hizo pasar antes, a la sala donde se daban los porvenires; ella se fue.
Ella se fue, pero no muy lejos, sino que se escondio detras de unas cortinas, mientras ella escuchaba las palabras proferidas por el extranjero de grandes barbas y una prominente calva. Ella escucho la pregunta que el extranjero tenia para el Oraculo, y escucho.
La pregunta fue:
"Oh deidad, Oh Febo Apolo que tu conoces el por venir de los actos. Cuestion que heredaste de Cronos y Rea, y que este recinto te facilito el gran Poseidon temblador de tierras, Oh Febo, dejame preguntarte algo, puesto que soy poeta y tengo la duda de ¿Cuando y como he de morir?"
El extranjero espero la respuesta.
La pitononisa aparecio por la puerta principal y miro al extrangero; le vaticinó que moriría aplastado por una casa, por una casa y que ese suceso sucederia dentro de poco tiempo. Eso era lo que ella estaba sintiendo, mientras la pitonisa entraba en estado de éxtasis frenético.
El extranjero la miro, y le dijo:
"Gracias por la respuesta oh pitonisa del Oraculo de Delfos, desde este momento yo vivire siempre a la intemperie, fuera de la ciudad, como que naci en Eleusis y que me llamo Esquilo Αἰσχύλος ".
Esquilo nunca supo que moriria en Gela, y que el Oraculo habia sido bastante oscuro en la interpretacion, omitio decir que la casa, no era casa de personas, casas de entes creados por Prometeo, sino era casa de cosa, casa de ente creado por Epimeteo.
El que es considerado como el creador de la tragedia griega; ironicamente, murio enfrascado en una comedia al estilo actual, no como una satira de Aristofanes; aunque quizas, otros, digan que por el error y por los movimientos de su vida; Esquilo murio en una tragedia.

1 comentario:

l dijo...

¿Por qué lo tenés como no mitológico? Los mitológicos son los de S y compañía?
Me gustó.
Me gustó el tono que le diste por mometnos, en algunas partes se torna un poco informal... pero puede ser que ese sea tu estilo.

Me gusta que te guste lo griego. Yo me pongo orgullosita.