El viejo narrador se estaba duchando, tenia barquitos de papel alrededor. Los barquitos sentian el azote de la ducha como una gran lluvia y Gabo jugaba con sus barquitos. Estaba agarrando el shampo y jugando con sus pelo, mirando los azulejos que tenia enfrente. La luz entraba por una pequeña ventanita que tenia por delante y en ese momento se le dio por llamar a su viejo amigo, ahora enemigo, Mario Vargas Llosa.
Le iba a decir que la pelea ya era vieja y que si se amigaban iban a llamar a las miradas y los flashes de nuevo sobre ellos. Estaba aburrido y queria otro boom.
De repente escucha, uno dos tres cuatro cinco boom que resuenan en su odio. Se mira el pecho y ve los agujeros sobre su desnudo cuerpo, se agarra con una mano los agujeros de la Luger y con la otra se agarra de la cortina de baño.
Cae como en psciosis.
Se esta muriendo. La sangre empezo a manchar todo el piso; una sangre roja, fresca, nueva; sangre de vampiro literario. Maldijo en privado. Desnudo sobre el agua que le caia encima. Miraba le ducha y los barquitos andaban alrededor de el. Shampo sobre su cabeza, jabon en la mano, se estaba muriendo.
Desde su posicion, antes que se le cerraran los ojos, vio el techo de la libreria. Ademas vio como se lo llevaban, a su asesino, un par de guardias de seguridad. Volvio al baño, y vio su premio Nobel al lado del inodoro. La puerta del realismo magico se le habia cerrado.
Su casa se habia cerrado.
Al otro dia todos los medios graficos hablaban sobre el asesinato de Gabriel Garcia Marquez. sobre como su muerte habia sido un capitulo de su ultima novela.
Le iba a decir que la pelea ya era vieja y que si se amigaban iban a llamar a las miradas y los flashes de nuevo sobre ellos. Estaba aburrido y queria otro boom.
De repente escucha, uno dos tres cuatro cinco boom que resuenan en su odio. Se mira el pecho y ve los agujeros sobre su desnudo cuerpo, se agarra con una mano los agujeros de la Luger y con la otra se agarra de la cortina de baño.
Cae como en psciosis.
Se esta muriendo. La sangre empezo a manchar todo el piso; una sangre roja, fresca, nueva; sangre de vampiro literario. Maldijo en privado. Desnudo sobre el agua que le caia encima. Miraba le ducha y los barquitos andaban alrededor de el. Shampo sobre su cabeza, jabon en la mano, se estaba muriendo.
Desde su posicion, antes que se le cerraran los ojos, vio el techo de la libreria. Ademas vio como se lo llevaban, a su asesino, un par de guardias de seguridad. Volvio al baño, y vio su premio Nobel al lado del inodoro. La puerta del realismo magico se le habia cerrado.
Su casa se habia cerrado.
Al otro dia todos los medios graficos hablaban sobre el asesinato de Gabriel Garcia Marquez. sobre como su muerte habia sido un capitulo de su ultima novela.
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