viernes, enero 19, 2007

HOMENAJE A FONTANARROSA


HOMENAJE A FONTANARROSA

Extractos de tres diferentes sitios de internet, no listados ni linkeados, del discurso del III Congreso de la Lengua, que fue en Rosario, Santa Fe, Argentina, America, planeta tierra... y asi.

Saludos Maestro (Algun dia leere algun libro suyo, y sere mas habitual a su Inodoro... Pereyra, no me interesa en Inodoro de Fontanarrosa, aunque quiza pueda ser interesante... Mielda... Ups... Mierda)


EXTRACTO 1:

“Una palabra maravillosa que en otros países está exenta de culpas: “carajo”, que designa en otras latitudes el lugar en donde se coloca el vigía en una embarcación, el nombre de un grupo de islas y una bebida española a base de café y coñac. Hay quienes en el colmo del eufemismo, de una hipocresía absoluta usan “caracho”.

También se lamentó por el papel absurdo que juegan los puntos suspensivos que suceden a la “m” cuando no se quiere escribir “mierda”, cuyo secreto de contextura física –reveló–recae en la “r”. “Suena débil como lo dicen los cubanos: “melda”, suena a chino. El problema de la revolución cubana fue la falta de posibilidad expresiva”, concluyó.


EXTRACTO 2:

"¿Por qué son malas las malas palabras? -se preguntó Fontanarrosa en el Congreso- ¿Son malas porque les pegan a las otras palabras? ¿Son de mala calidad, y cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿Quién las define como malas palabras? Tal vez sean como esos villanos de las series de televisión, que al principio eran buenos pero a los que la sociedad hizo malos". Al cerrar su intervención pidió "una amnistía para las malas palabras: vivamos una Navidad sin malas palabras, integrémoslas al lenguaje y cuidemos de ellas, porque las vamos a necesitar".


EXTRACTO 3:

“No voy a lanzar una teoría, pero me parece un ámbito apropiado para hacer preguntas. ¿Por qué son malas las palabras? ¿Qué actitud tienen? ¿Les pegan a otras? ¿Son de mala calidad porque cuando uno las pronuncia se deterioran y se dejan de usar?”, arrancó Fontanarrosa. “Sí: quizás sean como esos villanos que veíamos en las películas que nacieron buenos pero la sociedad hizo malos”.
“Tal vez al marginarlas las hayamos transformado en malas palabras”, agregó al inicio de una intervención provocadora en su simpleza.
“No se trata de hacer una defensa quijotesca de la palabras, algunas me gustan y otras no”, reconoció. Y a continuación, se despachó con una defensa de malas palabras cuya “contextura física” las hace irreemplazables. Por ejemplo, se refirió a la fuerza que tienen la letra “t” en “pelotudo” o la “r” en “mierda”. “Es mucho más débil como la dicen los cubanos, mielda. Yo creo que ahí está la base de los problemas que ha tenido la revolución cubana: la falta de posibilidad expresiva”, adujo.
Sobre el final de lo que denominó sarcásticamente “un aporte medular”, pidió: “Atendamos a esta capacidad terapéutica de las malas palabras: sirven para descargarse, para dejar de lado el estrés. Reconsideren la situación: pido una amnistía para las malas palabras”, cerró.

pd: No consigo el texto entero, si alguien lo encuentra, lo quiero. Otra cosa, a mi modo de ver, una foto de Fontanarrosa no era lo mismo que poner una ilustracion de Fontanarrosa, yo creo que mi opcion es la mejor, sin tilde en la O.

1 comentario:

Gustavo Pereyra dijo...

Cito a modo de homenaje, sin ningún afán autobiográfico, al Maestro Fontanarrosa en las "Palabras iniciales" de su ante última publicación literaria, intitulada "Usted no me lo va a creer":
"Puto el que lee".