martes, febrero 20, 2007

Un Beso

La mujer caminaba contando las monedas que necesitaba para viajar en el colectivo que la llevaba a unas pocas cuadras de su casa; podria ir caminando hasta su casa pero ese dia estaba cansada, y la mujer caminaba contando cansada de caminar y su paso era cansino. Pero iba, faltaban unas cuadras para llegar a la esquina donde podria llegar a tomar el colectivo, si ella extendia la mano en seña, si el colectivo paraba, y si ella subia y decia a donde iba.
Todo ese proceso dependia de si ella contaba bien las monedas.
Se puso a mirar en el bolso puesto que le faltaban algunos centavos de peso.
La mujer llego a la esquina y se puso a mirar por la calle, la calle donde no se veia ningun auto, camion, camioneta o colectivo. Se apoyo contra un poste de luz mirando hacia el sur, esperando que el colectivo la lleve hasta el norte.
La mujer era Dora.
Dora estaba sola esperando que el colectivo la lleve, y la mujer llamada Dora, esperaba que vuelva. Por supuesto que vuelva él. ¿Quien era él? Su ex.
La mujer estaba esperando no caminando no contando monedas, jugando con las mismas hasta casi que se le caiga alguna. Ella llego a atrapar una que casi se le caia.
Recordo:
El con su saco marron, su camisa blanca, su pelo despeinado con sus ojos escondidos en sus anteojos negros viniendo hacia (Asia) mi, recuerdo como venia casi corriendo a pasos desesperados y su cara que miraba el suelo con sus labios moviendose, como si hablara consigo mismo, o si cantara algo. Lo recuerdo que alzo la vista y me vio, desde casi cincuenta metros mas alla, yo note (Norte) que sus labios se movian y se formaba esa sonrisa que a mi me encantaba.
La mujer llamaba Dora dejo pasar el 165 mientras estaba pensando en su ex amado, recordando otros momentos, momentos de cuando tenia a ese ser especial cerca suyo, antes que se hubiese ido por cuestiones politicas del pais. Ella siempre pensaba que eran por juegos politicos, que ese muchacho estaba mucho cerca del otro muchacho, el teorico de la revolucion. Ella siempre pensaba que el teorico de la revolucion lo usaba a su ex amado como el practico de la revolucion, ese hombre que navega en aguas dificiles y entra al puerto. Una moneda se le escurrio por las manos, ella no lo noto.
Recordo:
El llego a mi, me saludo y se saco los anteojos a unos diez metros mios, y abrio los brazos. Me abrazo, me abrazo por ultima vez hace poco tiempo. Me saco los pelos de la cara, que se me caian por el viento fuerte que habia ese dia. Me acaricio mis cachetes, y me miro a los ojos. Me dijo: HOLA. Yo le dije: Hola amoroso. El mirandome a los ojos se fue acercando cada vez mas a mi, y me abrazo mas fuerte. Fuertemente me tenia presa de su mirada, y sus labios se abrieron y se apoyaron en los mios. Su boca estaba en mi boca, mi boca que esperaba esa boca que me besara en la boca, queriendo que el me besara. Me beso, el beso fue tierno, y duro unos instantes. Instantes que duran tan poco como una vida en el cosmos. Luego se separon y sus ojos estaban cerrados como los mios. De la oscuridad de los ojos cerrados fue apareciendo solo su cara, y su cara con los ojos cerrados que se acercaba de nuevo hacia mi, que de nuevo propinaba las caricias que mi alma necesitaba para sentirme amada. Amada por el, y besada por el. Ese beso devino en las caricias de la carne, ese beso devino en el enamoramiento de las almas. Ese beso hizo que nuestras almas esten encadenadas.
La mujer vio que el 165 verde se acercaba, ella extendio el brazo y el colectivo con gran ruido freno y quedo parado a unos dos metros de ella. Ella camino hasta el colectivo, y le dijo al colectivero la cantidad de dinero que iba a depositar para viajar. Ella se dio cuenta que le fantaban diez centavos. Se lo dijo al colectivero. El colectivo paro, mientras un niño de diez años agarraba esos diez centavos del agua sucia que habia en el cantero. La mujer llamara Dora tuvo que bajar del colectivo y caminar.
Camino, feliz, recordando ese beso.
Camino hasta su departamento donde su nuevo amor la esperaba, su nuevo amor buscado porque el otro luego de ese dia habia desaparecido del pais misteriosamente. Ella habia ido al teorico de la revolucion a pedir explicaciones y el teorico de la revolucion le extendio una carta que decia en el sobre simplemente Dora.
Camino y en su departamente vio el sobre, lo abrio.
Unos brazos la abrazaron destre atras y le empezaron a besar el cuello, eso hizo que el sobre, junto con su cartera cayeran al piso. Ese era el llamado de su nuevo amor en su cocina.

1 comentario:

l dijo...

Veo que etiquetaste los textos.

Linda la imagen cuando le corre el palo yla besa. Me gustó. Mucho. Besame. Mucho también.