jueves, junio 12, 2008

Sin Titulo II

Te miraré, te encontraré.
Temblaré de nervios.
Todo será raro, será un sueño.
Con suerte me mirarás también.
Esperare algo que no viene.
Pero más allá de todo te veo, te siento, te presiento todo lo que me decís.
Ahora me hablas, con una voz calma, queda. Miras la taza de café.
El vapor te hace respirar mejor.
Diremos dimes y diretes.
Dislates y sandeces, también.
Al final, llegará la calma.
Pero los dos sabemos que todos dicen,
que la calma prepara la tormenta.
¿Lloverá eternamente sobre nuestras cabezas?
¿Miraré de nuevo esos ojos llorosos detrás del aumento?
Encontraremos la paz, ¿Mucho antes de la muerte?
Llorando espero.
Espero amando, mirando el futuro con miedo.
Mirando el pasado con afecto.
Encontrando el presente,
amargo y discreto.
Esperar lo mejor,
para que te deje tu reino entero a tu disposición.
¿Seremos estrellas fugaces en la noche de otoño,
o seremos estrellas eternas resplandeciendo toda la vida unida?

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