jueves, septiembre 04, 2008

En las escaleras relativas de Escher

Considero que mi obra es a la vez muy bella y muy fea”
M. C. Escher




Hay veces en que nos vemos representados en ciertas cosas.
Hoy (A cuatro letras del hay) estaba viendo algo. Cualquier cosa, no importa en este momento qué era; yo ni me acuerdo. Pero algo, ese algo, me hizo acordar vividamente a esa litografía de Escher en la cual los planos son difusos, donde las personas caminan por un mismo mundo en diferentes planos, realidades o ejes espaciales. Ese cuadro se llama Relativity(Relatividad, que fue pintando en diciembre de 1953). Se me vino a la mente y empecé a caminar por sus escaleras, sin recordar exactamente cómo era.
Recordaba todas las escaleras en esa casa, en ese lugar, en ese ambiente desdoblado en tres gravedades; pero no recordaba a las personas que habitaban ese mundo complejo. No recordaba que por esas escaleras, que por esas ventanas y en esas puertas, había seres que prácticamente no sabían de los otros que andaban por diferentes ejes espaciales. Sin embargo yo estaba allí, y yo sabía que vos estabas allí. Aunque nunca supe si la perdida eras vos, o si era yo, o si simplemente, andabamos los dos perdidos. Supongo que sabia que andabas por ahí por haber sido que, en algún momento, los dos caminamos por la misma escalera. Subíamos un escalón por vez agarrados de la mano o abrazados, pero subíamos hacia algún lado. No sé quién soltó a quién, pero de alguna manera yo me quedé perdido en este laberinto quijotesco mientras vos, quizá también estas perdida pero a tu manera.
Ese mundo paradójico, donde los dos andamos pisando el mismo mundo pero lo vemos en perspectivas diferentes. Es como si vos, vas caminando por la escalera que va en un nadir y yo ando caminando por la otra escalera que me lleva al cenit. Y los dos caminamos el mismo mundo, habiéndonos vistos antes; pero ahora es como si estuviéramos en diferentes gravedades. En diferentes relatividades, en diferentes realidades. Yo te quiero alcanzar, llegar a vos, es una lucha personal por lograrte.
Hoy, ni bien encontré esa idea, empecé a verme (o nos) caminar por ese mundo. En cierto punto te imaginaba a vos parada en algún sector del cuadro y yo andando por las escaleras caminando tus pasos, buscando alguna pista que me haga revertir mi carga física y llegar a vos directamente al alma. Era la vida misma. Yo intentando usar todas las escaleras a mi disposición para llegar a vos, subiendo y bajando realidades. Caminando, y además te veía. En algún momento estabamos parados hasta en la misma escalera. Pero yo estaba en un eje y vos en otro.
Vos, en otro momento, estabas parada en el centro de la litografía, en ese lugar donde está esa persona que carga una bolsa. Yo andaba por todos los ejes del dibujo. Intentaba encontrar la escalera que me deje a tus pies, para poder agarrarte, abrazarte y darte uno (o mil) beso (s). O cualquier cosa. Cualquier cosa que pueda hacerme caminar de nuevo con vos (por vos) por este mundo misterioso.
En algún punto lo metamorfoseé al darme cuenta que tal vez no es que estamos tan lejos, sino que estamos tan opuestos. Es casi como si yo te persigo, rápido o lento, tranquilo o desesperado, quieto o inquieto, y todos los antónimos que ocurran existir en esta representación de la realidad paradójica que se nos presenta.
Yo es como que corro por todas mis realidades. Ando por todas las escaleras en mi eje gravitacional buscándote, pero me es imposible encontrarte. Ahora me doy cuenta que vos estas del otro lado de la gravedad. Mientras yo subo la escalera, vos estas en el otro plano bajándola. Y así es como todo el tiempo yo ando detrás de tus pasos sin poder encontrarte. Así es como siento todo, casi como si todo el tiempo yo ando corriendo detrás de ti y vos andas caminando en otra realidad, en otro plano, en otra gravedad. Y a veces siento que mi gravedad es tan grande que me aplasta al piso, mientras que la tuya te hace flotar, y te hace empezar a “ser”. A ser qué; y me digo, cualquier otra cosa que quieras ser.
No sé qué tanto más se pueda seguir así. Si mis pasos son cada vez más pesados y me empiezo a cansar. A veces pienso que me tengo que sentar en algún escalón, o quedarme cerca de alguna puerta o perderme en algunos de los balcones, y simplemente mirar. Tal vez mirando voy a entender mejor el cuadro en que estoy viviendo.
Pero debo admitir que hace mucho que estoy mirando y no me llevó a ningún lado. Pensé mucho, quizá ese era el momento en que no tenía que pensar y que tenía que actuar. Ahora estoy actuando, y quizá sea el momento en que tenga que aceptar que vos andas en un diferente suelo al mío.
Pero es horrible saber que andas por ahí; y que yo tengo una oportunidad (¿Por qué quien dijo que todo esta perdido, si yo vengo a ofrecerte mi corazón?) de generar mi propia realidad y hacer que la escalera en la que estoy cambie de lado. Y así verte frente a mi, gritarte y correr a vos.
O tal vez eso no me corresponda a mi generar. Quizá seas vos la que tengas que hacer girar el plano de gravedad, y si estas de cabeza empezar a estar e pie; delante de mí. Así de una vez nos podemos agarrar las manos y seguir caminando tranquilos y felices como antes. Aunque sea solo por un rato o aunque sea solo por toda la vida.
Porque si eso no pasa, cualquiera de las otras personas que andan en cualquiera de los tres planos puede hacer que nosotros perdamos el norte y llevarnos con ellos. Si eso llegará a pasar, yo quisiera no volver a verte y caminar en mi plano dimensional toda la vida; pero sí quiero saber que sos feliz, que te ama más de lo que yo logré y que es tu media naranja; que hace que tu alma sea tan azul como siempre quisiste.
Supongo que todavía me quedan algunas fuerzas para seguir tus pasos o tus pistas (Si es que las dejas). Supongo que esta escalera que estoy tomando ahora me llevará por un momento a vos... Pero ahora se me ocurre otra variable; de llegar a vos, habiendo logrado la quijotesca hazaña de cambiar mi eje gravitacional; vos quizás en esa escalera delante de mí, empieces a correr; para no verme. Por alguna razón.
No sé; por lo pronto este escalón me llevará hacia allá arriba. Y luego veremos desde el descanso si veo algo que me haga reconocerte y llegar a ver si en algún lugar puedo alcanzarte para rodearte en mis brazos y no dejarte ir; para ir con vos hasta donde sea, por todo el tiempo que sea, pero sabiendo que yo luché por vos, luché por llegar ahí; como siempre quisiste. Es que no todo me da igual; y esto no me va a dar igual.
Nunca.


Termino con esta trascripción (Supongo que se me haya representado la metáfora con una litografía de Escher no es casualidad sino una gran causalidad. Supongo que tiene ver con que vos me lo hayas metido en la cabeza; desde la primera vez que vimos juntos la tapa del disco de INVISIBLE homónimo):

Tres planos gravitacionales distintos se influyen respectivamente en sentido vertical. Tres superficies, sobre cada una de las cuales viven personas, se cortan en ángulo recto. Dos habitantes de mundos distintos no pueden andar sobre el mismo suelo, estar sentados o de pie, ya que no coinciden las ideas que tienen de los que es horizontal o de lo que es vertical. No obstante, pueden utilizar la misma escalera. En la mientras escalera superior, dos personas se mueven en la misma dirección. Pero una sube y la otra baja. Parece imposible que puedan llegar a establecer algún tipo de contacto entre sí: viven en mundos distintos y nada saben de la existencia del otro. Editorial Taschen.

1 comentario:

ai dijo...

esa imagen me recuerda siempre a una parte de Labyrinth..
no importan cuan desdobladas las realidades o los planos, siempre terminamos encontrandonos.. caminamos por lugares conocidos.. visitados ya..recorridos hasta el cansancio.. lindo perderse.. y encontrarse..
yo.. me leo tanto en lo que escribis..

un beso g!