Sostiene con sus dedos índice y pulgar
Un gran edificio por dos de sus lados.
Simplemente, lo soltará en algún lugar
Lo soltó y decide que caerá
Para eso inventé la gravedad, se dice,
Nueve punto ochenta y un
Segundos por metro cuadrado.
Y eso le suena bien, por lo que lo deja así.
Se cansa de verlo caer por tanto tiempo
Por lo que crea el suelo, lleno de tierra.
El edificio se incrusta en el piso,
Y queda parado, solo porque él lo quiso así.
Le gusta el paisaje pero se aburre
Por lo que tira árboles y pasto
Por todo el lugar, llenándolo de verde.
Estornuda y llora en soledad,
Y se le ocurre la lluvia y el agua.
Por eso ahora hay un río que pasa por allí.
Crea cientos de edificios más
Y repite la operación de soltarlos.
Pero está solo, y siente que así
Todo lo que hizo no sirve de nada.
Por eso, se dice, que tiene que poner algo más.
Y crea pequeñas personas como él
Que juegan entre los edificios y los árboles.
Algunos caen en el río, y nadan.
Otros caen en un lago, y se ahogan.
Él decide quién se salva y quién muere.
Y se dedica a mirar y a esperar.
Algunas personas miran para arriba
Y creen verlo y otros tildan a éstas
De locos y místicos y retrógrados.
Todos se pelean por él, que ríe.
Yo decido que es domingo,
Digo que es el séptimo día,
Por eso, hago que esté en su habitación,
Le escribo un sillón y lo hago tomar,
Desde ese lugar, observa su obra
Y contempla el espectáculo,
Que él ha creado.
Digo que ese día descansó.
Lo dejo allí y de pronto,
Sin darme cuenta,
Dejo de escribir.
2 comentarios:
q bueno q está che
Seria una reinterpretacion burda y pueril, por no decir infantoloide utilizando tus modernos métodos de insuflar énfasis, repitiendo hasta el cansancio una metáfora o un adjetivo,del libro del génesis? de tantos qués y ahies y personas minúsculas casi me quedo bizco.
Publicar un comentario