¿Estuviste alguna
vez en el borde de la lluvia?
¿En la
intemperie, en la ruta, en el viaje?
¿La viste desde
afuera pero tan cerca,
Que miraste un gran
chaparrón desde el margen?
¿Te paraste en el
límite alguna vez?
En ese lugar
donde estas seco,
Pero a dos metros
tuyo el agua cae,
Con fuerza, con
intensidad desatada.
Ese lugar donde
el sonido
Atrapa todo lo que hay,
Pero el agua no toca,
Donde no moja.
¿Nunca fuiste
hasta el borde?
¿Nunca metiste la
mano y dejaste el cuerpo seco?
Ahí, en lo místico,
donde la lluvia empieza,
Quizás termina.
Estuve sólo una
vez allí.
Creo que donde la
lluvia empezaba.
Estaba en la
ruta,
Saliendo de un lanchonete,
Y miraba para el
norte,
Miraba mi rumbo,
La brújula
indicaba ese camino.
Allá arreciaba la
lluvia,
Y acá no.
Cayendo con
fuerza.
Estaba en remera.
Estaba nublado.
No había relámpagos.
No había truenos.
Sólo el agua caer.
Y allá, a unos
metros,
Cinco, diez, tal
vez veinte,
El agua caía del
cielo.
Corrí con ganas,
Para llegar al límite,
Que es como el
borde del cielo,
Y metí el brazo
Como en la
ducha,
Luego me alejé,
Rápido volví al
auto,
Sabiendo que íbamos
para allí,
Que esa magia
termina
Cuando estas
adentro.
Adentro, la
lluvia
Parece no tener
fin.
2 comentarios:
me encantó.
el día de hoy todo me acordé de estas cosas
Hermoso!
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